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miércoles, 29 de febrero de 2012

CABALLA AL HORNO


 La caballa es pescado azul y por lo tanto muy sabroso. Pertenece a la misma familia que el atún y el bonito, y es conocida también como verdel, sarda o verta.

Ahora y hasta finales de primavera es la temporada de la caballa, así que cuando la vi en la pescadería que casi daba saltos, no dudé ni un momento en llevarme un par de ellas. Además eran hermosas y gorditas, ideales para hacer al horno. Y estaban pescadas aquí en el Mediterráneo.

La verdad es que la caballa me gusta hasta en conserva... Una rebanada de pan tostado, chorrito de aceite de oliva, caballa en conserva un poco desmigada y un poco de cebolleta picada por encima, me parece un pica-pica estupendo.

Pero esta estaba fresca, fresca, y la hice al horno con unas patatas. Las que aparecen en la foto son de las de bolsa, congeladas prefritas (de las de freír, no de las de hacer en el horno, porque las de hacer en el horno suelen llevar más grasas). Sí, sí... donde estén unas patatas fritas de las de sartén de toda la vida, que se quiten estas, pero si vais con prisa a mediodía como es mi caso, esta es una solución aceptable. Si no, pues ya sabéis, a pelar, cortar, freír  y disfrutar de unas buenas patatas fritas.

En la pescadería pedí que me las abrieran y les quitaran la espina, pero la pescadera debía estar a otras cosas ese día y... dejó la espina y quitó la cabeza. Bueno... no pasa nada, tampoco es grave.


Para hacerlas se necesita:

Caballas frescas
1 Limón (zumo y un poco de la raspadura)
Sal
Pimienta
Pimentón dulce
1 diente de Ajo por cada caballa
Aceite de Oliva
Patatas

Se colocan las caballas abiertas en una bandeja de horno aceitada (yo suelo ponerle encima de la bandeja un papel de hornear, porque así, aparte de que se ensucia menos y cuesta nada de limpiar, también se protege la bandeja), y las rocío bien de limón exprimido.

Exprimidor de ajos

Por encima les pongo un poco de ralladura de limón, sal, pimienta y pimentón. Luego, con un aparatillo de los de aplastar ajos, exprimo un ajo encima de cada caballa. Les pongo un chorro de aceite de oliva por encima a todas ellas, y las dejo macerar unos 20 minutos.


Mientras precalentamos el horno a 200º.

Antes de meterlas al horno, si no estáis friendo las patatas como Dios manda, las rodeáis de patatas congeladas y lo horneáis durante unos 25 minutos (depende del tamaño del pescado). Las patatas se harán al mismo tiempo que el pescado.

Listo!

Es una receta sencilla y de diario, pero espero que os guste.

Rossella

4 comentarios:

  1. mmmm que buena pinta! Nunca he hecho la caballa al horno. Probaré y te cuento. bss

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  2. Como nos gustan los mal llamados pescados modestos y la caballa, es uno de ellos.
    Para nosotros, juegan a favor de otros su frescura, me refiero a que no los encontraremos refrigerados, y raramente congelados.
    Nosotros, que por obligación solo podemos comer pescados azules --es lo único que llega estos lares-- hemos tenido que agudizar el ingenio y darle caña a estos humildes.
    Al horno, como la has hecho, queda buenísima.
    Lo que nunca he llegado a saber es el porque de su nombre ¿caballa? y conste que me han dado cada explicación como para escribir un anecdotario, sobre todo la gente del Estrecho de ambas orillas, donde la caballa es la reina.
    Brindemos por los humildes.
    Besos

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  3. Jo Rosella con lo que me gusta la caballa!, ese toque con de pimentón de la Vera lo pruebo seguro. Tengo que buscar una receta de una vecina de albóndigas de caballa de morirte. Tengo la suerte de vivir en un bloque donde todos son mayores y las señoras son tan majas que a veces cuando vuelvo de trabajar me encuentro un tupper colgado en la puerta, sí, es genial jaja y me pueden dejar desde unas albóndigas a unflan o una cajita de naranjas o aguacates, es una gozada 8sobre todo los tupper claro!)

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  4. estoy dormida...creo que se nota, voy a terminar el primer café jaja

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