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jueves, 4 de septiembre de 2014

CREMA DE CACAO LIGHT



Si juntásemos toda la Nocilla que mi hermano y yo nos hemos comido de pequeños podríamos llenar un camión cisterna.

Éramos Niños Nocilla total. Éramos "los hombres fuertes de Nocilla", fuertes, alegres y deportistas, llenos de vida y de energiaaaaaa. Leche, cacao, avellanas y azúcar, No-ci-lla! Vamos, que yo soy el presidente de Nocilla y nos pongo un monumento en la entrada. 

Así estábamos de rollizos y sanotes… aunque yo de "hombre fuerte" tenía más bien poco, sobre todo porque era una niña, ejem… Niña, chica fuerte en todo caso… ejem… Y ahora podría decir que me dieron un premio por publicidad no sexista, pero eso fue hace tiempo, pero lo digo porque es cierto y por tirarme el moco un poco, que nunca lo hago y conste que me repatea eso de "médico y médica, oyente y oyenta o … etcétera y etcétero!"… pues eso, que me lo dieron, y que me ha venido a la cabeza por lo de los Hombres Fuertes, claro que a mi eso me importaba un pito de pequeña… a mi lo que me gustaba eran los bocatas de Nocilla después del cole viendo Marco (que mi hermano no podía tragar el bocado porque "se me hace una bolita aquí", tocándose la garganta, al ver a Marco sufrir por su madre, por Amedio, por el barco, por los Apeninos y por los Andes, y se pasó toda la serie moqueando y comiendo bocatas, mi hermano digo, Marco sólo moqueando).

Tanta comimos que mi madre estuvo años sin tener que comprar vasos para la casa del campo, porque además los vasos eran igual de fuertes que los hombres de Nocilla. Como dirían en mi pueblo, duraban más que un culo de mortero en un bancal (nótese la expresión fina).

Bueno pues como la tierna edad de la infancia en la que todo lo quemas, porque lo normal es ir como una moto todo el día, ya se me pasó hace mucho tiempo, he pensado que para matar el gusanillo de la dichosa cremita de chocolate sin sentir unos remordimientos terribles, estaría bien una crema de cacao light. Eso sí, negra, que yo era más de la negra que de la blanca. Y hete aquí que se me ha ocurrido lo siguiente, y… no está nada mal el invento.
Ah! como catadores y críticos gastronómicos he usado a mis sobrinos Jaime y Lucía, que me han dicho que estaba muy rica. De Jaime me fío más, que es un experto chocolatero. DeLucía no es que no me fíe, es que me temo que soy su tía favorita (porque no tiene más, todo hay que decirlo).


Y a lo que vamos, estos son los ingredientes:

1 terrina de Queso tipo Philadelphia Light
2 cucharadas soperas de Cacao en polvo sin azúcar
1 cucharada de sacarina o edulcorante al gusto
Avellanas picadas para espolvorear

Es mejor esperar a que el queso esté a temperatura ambiente para que se puedan mezclar todos los ingredientes (excepto las avellanas picadas) con más facilidad, porque sólo hay que hacer eso, mezclar el queso, el cacao y el edulcorante hasta obtener una crema uniforme.
Luego lo untamos en pan y espolvoreamos con las avellanas picadas.


Hombre! Nocilla no es, pero se puede comer sin remordimientos y sin tener que subir andando el Turmalet para bajar las calorías (esas desagradecidas que quien las inventó se quedó a gusto!! Jumm!)

Saludos!

Rossella