Esta ensalada es muy sencilla pero realmente buena. Sólo lleva:
- Champiñones frescos
- Trufa negra
- Zumo de limón
- Sal Maldon
- Pimienta negra recién molida
- Aceite
Lavamos y fileteamos finos los champiñones. Los rociamos con limón para que no se oxiden y los colocamos en forma de abanico en un plato. Los sazonamos con sal y pimienta, los regamos con un buen aceite de oliva, y por último los espolvoreamos con abundante trufa rallada.
Está exquisita... y engancha.
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