Este calor parece que quita el hambre y las ganas de meterse en la cocina, pero cuando probéis estas galletitas seguro que se os olvida el sacrificio del horneado. Están deliciosas y aguantan hasta una semana si se guardan en un tarro hermético.
Sirven como aperitivo, acompañamiento de quesos, para mojar en salsa de tomate... o solas.
Se hacen con:
180 gr de Harina
1/2 taza de Avena
30 gr de Azúcar
2 cucharaditas de levadura Royal
2 cucharaditas de tomillo fresco
2 cucharadas de Aceite
3 cucharadas de Leche
2 cucharadas de Mostaza de Dijon
2 cucharadas de Semillas de Sésamo
Sal
Pimienta
Como siempre (o casi) que tenemos que hornear algo, precalentamos el horno a 180ºC.
En un bol mezclamos la harina, la avena, el azúcar, la sal, la levadura, la pimienta y el tomillo. Hacemos un hueco en el centro.
En otro bol mezclamos la mostaza, la leche y el aceite hasta que esté todo bien integrado. Lo agregamos a los ingredientes secos, mezclando bien hasta tener una masa homogénea. (Si la masa queda un poco húmeda añadimos un poco más de harina).
Estiramos la masa sobre una superficie enharinada hasta que tenga unos 5 milímetros de espesor más o menos, y la cortamos en tiras, triángulos o círculos.
Colocamos las galletas en una placa para horno, las pinchamos un poco y las espolvoreamos con semillas de sésamo.
Las horneamos durante 10 minutos y listas.
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