Esta mañana he ido al banco, lugar al que ya me da pánico entrar, porque no sabes si los que te pueden atracar van a entrar o son los que ya están dentro... Pero no tenía más remedio que hacer unas gestiones, así que me he puesto mis vaqueros más zarrapastrosos y mis zapatillas más viejas (más que nada por protección... que no pensaran que yo podía tener más de 50 céntimos) y me he atrevido. Y esto no lo contaría si no me hubiese pasado algo relacionado con la comida (sí, estaba en un banco, del parque no, de los que tienen tu dinero... y les cuesta soltarlo).
Serían las once de la mañana más o menos, y cuando he entrado sólo había una chica delante de mi y un señor al que estaban atendiendo. Como lo del señor parecía que iba para largo, me he sentado en una de esas sillas incómodas de esperar. La empleada del banco hablaba por los codos y se levantaba a la impresora unas 20 veces por minuto. Y digo yo que ya les podían poner una impresora para cada dos mesas, porque el recorrido de la mesa a la impresora era como para llevarse la merienda para el camino!!
En uno de esos viajes, veo que la empleada, que por cierto iba muy arregladita con su lazo y todo en la cabeza a modo de Ratita Presumida, desaparece por una puerta y a los diez segundos vuelve a salir. En ese viaje a mi me tocaba fijarme en sus zapatos, de plataforma de madera, demasiado altos para tanto kilómetro como se debe hacer al día, y sobre todo demasiado ruidosos... Al estar yo fijándome en sus zapatos, no la he mirado la cara, claro, hasta que se ha sentado en su mesa, y ha sido entonces cuando lo he visto.... Tenía una mancha de chocolate bastante grande justo al lado de su boca, casi en la mejilla!!! El señor al que atendía no le decía nada y yo no podía decírselo con la mirada ni con gestos porque ella estaba muy concentrada a lo suyo... Y yo sufriendo!
Pero lo peor ha sido que la chica que estaba delante de mi esperando, cuando le ha tocado el turno... tampoco se lo ha dicho!! y no creo que por educación, porque al acabar con sus gestiones y darse la vuelta para irse su cara de a punto de explotar de la risa era todo un poema!... Y yo sufriendo!
Así que me ha tocado la embarazosa situación de tener que decírselo yo...
Era Nutella y tenía dos sandwiches detrás de la puerta por donde había desaparecido, y como se los había comido tan rápido... (que debían estar a rebosar de Nutella, porque la mancha de su mejilla era bastante considerable...)
Por eso pongo hoy esta receta que ya casi tenía olvidada y que he recordado en el banco.
Los ingredientes que se necesitan son:
330 gr de Harina
30 gr de Harina de Maíz
1 sobre de Levadura tipo Royal
1 cucharadita de Sal
200 gr de Mantequilla en pomada
200 gr de Nutella
160 gr de Azúcar
4 Huevos
225 ml de Leche
Primero precalentamos el horno a 180ºC.
Mezclamos los dos tipos de harina y los tamizamos juntos tres veces. Reservamos.
En un bol grande hacemos una crema con la mantequilla y el azúcar, mezclándolos bien y batiendo hasta que quede suave. Cuando tengamos la crema, le añadimos los huevos uno a uno, es decir, añadimos un huevo y hasta que no esté bien integrado no añadiremos el otro.
Luego incorporamos la Nutella y mezclamos bien.
Ahora vertemos la mitad de la mezcla de harinas, removemos hasta integrarla, añadimos la mitad de la leche y seguimos batiendo. Cuando esté cremoso repetimos la operación, primero con la mitad restante de las harinas y luego con la mitad restante de la leche.
Vertemos la mezcla en un molde para bundt y horneamos durante unos 45 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo éste salga limpio.
Cuando lo saquemos del horno, lo dejamos reposar 10 minutos en el molde, luego lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Listo!
Espero que os guste.
Yo la próxima vez que haga, le llevo a la del banco!! jaja
Saludos
Rossella