HUESOS DE SANTO

Los huesos de santo, junto con los buñuelos de viento y los panellets, son los dulces más típicos de Todos los Santos, así que voy a daros la receta, por si os apetece comerlos caseros, caseros.

La tradición dice que los huesos de santo van rellenos de dulce de yema, pero actualmente los podemos encontrar en las pastelerías rellenos de chocolate, fresa, coco...., así que podéis ponerle lo que más os guste, aunque yo os dejo la receta tradicional.

Para hacer el mazapán los ingredientes necesarios son:

- 200 gr de Azúcar

- 150 gr de Almendra molida

- 100 gr de Agua

- Raspadura de limón

- una cucharadita de zumo de Limón

Para hacer el dulce de yema:

- 100 gr de Azúcar

- 50 gr de Agua

- 4 yemas de Huevo

Además Azúcar Glass para espolvorear.

Primero elaboraremos el mazapán, y para ello hacemos un almíbar con el agua y el azúcar, que ponemos al fuego hasta que coja el punto de hebra flojo (ver página de "El Azúcar en el lateral, para ver cual es el punto de hebra flojo).

Luego se agrega la almendra, la raspadura de limón y el zumo de limón y se mezcla bien hasta que quede una pasta compacta que se pueda trabajar.

Dejamos enfriar y mientras hacemos el dulce de yema.

En el fuego hacemos un almíbar como el anterior, batimos las yemas de huevo y les añadimos a chorrito el almíbar sin dejar de remover. Lo echamos de nuevo al cazo donde hemos hecho el almíbar y lo ponemos al baño maría, revolviendo hasta que espese mucho. Hay que procurar que no hierva, porque se podría cortar.

Dejamos enfriar.

Cuando tenemos las dos masas frías, montamos los huesos.

Amasamos el mazapán y lo estiramos con el rodillo sobre una superficie espolvoreada con azúcar glass.

Cortamos tiras de unos 4 centímetros de ancho y luego cortamos las tiras en cuadrados.

Y ahora, se pueden rellenar de dos formas:

En cada cuadrado ponemos un poco de dulce de yema, a lo largo, en uno de los laterales y enrollamos con cuidado. Los espolvoreamos con azúcar glass.

O:

Enrollamos los cuadrados en un palo de un centímetro de grosor (un lápiz por ejemplo). Pegamos la masa con los dedos para formar unos pequeños cilindros y los pasamos por azúcar glass. Con cuidado los sacamos del palo y los dejamos secar, para luego rellenarlos de dulce de yema con una manga pastelera.