Hay veces en las que unas palabras, una situación o simplemente un olor te hacen retroceder en el tiempo.
Yo no sé si ya me estaré haciendo mayor, pesada y por lo tanto "madre" (ejem... cuántas veces he oído ya eso de "no seas pesadita mamá!", o "jo, que síiii, que yaaaa mamáaa!"), pero muchas veces me sorprendo a mi misma diciendo o haciendo cosas que estaba muuuuy harta de oír cuando era pequeña o adolescente. Cosas del tipo "no has comido nada...", "no andes descalzo...", "recoge tu cuarto a la de ya!", "llevas llaves??", "llévate una chaqueta por si acaso..."...
Mi madre siempre me decía: "Ale, venga!". Y eso servía para todo. Con una mirada y un "ale venga" ya sabía yo si tenía que recoger algún trasto, poner la mesa, coger la dichosa chaqueta, subirme a dormir o ir a la ducha. Y todavía me lo dice de vez en cuando!!
Creo que cuando nos convertimos en madres se nos altera el código genético y empezamos a decir las mismas cosas y a tener las mismas preocupaciones todas, porque seguro que eso es cosa de genética y no de edad. Una madre dice las mismas cosas tenga 17, 37, 47 o 107 años, son los genes M.
Foto de http://www.cuina.cat |
Y son seguramente los genes M los que tienen un empeño tremendo por que los niños coman verdura. Verdura... puaj! esas cosas verdes que sólo comen las vacas y las ovejas??? Así están y esa cara tienen, de comer verde!!
A veces hay suerte y los niños se comen las verduras después de protestar poco, otras veces hay mucha suerte y se las comen sin rechistar, y otras veces se da el caso de niños extraterrestres a los que les encanta la verdura e incluso la piden.
Yo de pequeña me convertía en niña extraterrestre cuando cenaba en casa de la Ueli.
Mis abuelos casi siempre entre semana cenaban hervido, Bollit, y a mi me encantaba cenar bollit en casa de mis abuelos.
El bollit no son más que verduras y patata hervidas en agua con sal. Supongo que en cada casa tendrán costumbre de poner unas verduras u otras, pero lo que se ponía en casa de mi abuela eran: patatas, zanahorias (carlotas en mi pueblo), judías verdes, y cebolla. Algunas veces también le ponía habas tiernas, o alcachofas, coles de bruselas, acelgas... No es fácil que un niño coma esto, y mucho menos que le encante y lo pida.
Por qué me encantaba a mi?
Pues porque me lo preparaba así:
Todo chafado, con aceite, sal y un poco de atún de lata, y haciendo con el tenedor un volcán con el puré. Volcán que coronaba con una riquísima aceituna rellena!!
Eso sí... la aceituna no me la podía comer hasta que se cayera por los agujeros que yo le tenía que ir haciendo al volcán empezando por la base mientras me lo comía.
Era divertido y estaba muy rico!! Y el premio de la aceituna era ya lo más!
Las y los que no tengáis niños extraterrestres podéis probar a ver si hay suerte...
Rossella
Pues yo, a diferencia de tí, tengo el gen P....jajaja. Y decirte que a mi hijo, aunque no exactamente igual, le preparo un plato muy parecido y se lo aliño con aceite, vinagre y sal y es más feliz que unas castañuelas. Lo que desconocía era el nombre. Un besazo guapísima.
ResponderEliminarVaya que si es verdad eso del gen...me ha gustado la idea de chafarlo todo y hacerlo en forma de volcán. Lo probaremos a ver si como dices, hay suerte, de entrada ya se que la aceituna no llegará al final. Gracias por la receta y un saludo.
ResponderEliminarPrecioso post, no conocía que era el bollit, pero ya no se me olvida :))
ResponderEliminarAyy ahora si que no se que decirte.. yo tendré el MP (Madre perruna jajajajaja, pensándolo bien soy como una cría... la próxima vez, me haré un super bollit con el hervido ;)
ResponderEliminarBesicoss mil!! :)
Vaya, es cierto lo que decis. Muy reflexiva tu post. Saludos y hasta la próxima :D
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