Hace bastante tiempo, visitando blogs de
cocina (generalmente extranjeros), me encontré varias veces con que en sus
recetas utilizaban Sal Kosher. La primera vez, ignorante de mí, pensé que se
trataba de una marca comercial. Nada más lejos!!. Luego me di cuenta de que
Kosher tenía que ver con la religión judía y sus normas con respecto a la
alimentación. Me entró la curiosidad (ser curioso creo que es una bendición en
la mayoría de los casos porque suele sacarte de la ignorancia), y me puse a
recopilar información acerca de este tema. Creedme... me resultó un poco
complicado entenderlo al principio, porque las normas son muchas y porque
además no estoy familiarizada con los términos hebreos. Pero poco a poco, y
después de mucho leer, el asunto se fué aclarando.
He de reconocer que el tema es bastante
denso si lo explico de forma exaustiva, así que intentaré resumir lo que he
aprendido. Algunas cosas me han parecido curiosas, otras exageradas y muchas
otras interesantes y muy buenas. Y es que tratándose de normas religiosas, en todas las religiones “se cuecen habas”. Empecemos. Es largo, aviso.
La palabra hebrea “Kosher” se usa para
indicar todo lo que se relaciona con las reglas de alimentación que indica la
Biblia. “Kosher” es un adjetivo derivado del
sustantivo “Kashrut”, cuyos orígenes, significación y detalles son sumamente complejos.
Kashrut es la palabra clave. Como sucede
con todo en la vida del judío, también los alimentos que introduce en su boca
ejercen una determinada influencia sobre todos sus actos, por ello cuando se
ingieren alimentos Kosher, se conceden fuerzas para hacer acciones kasher,
meritorias.
Un “alimento kosher” es el que es apto para
el uso o permitido conforme a las leyes dietéticas hebreas incluidas en la
Torah. El antónimo de Kosher es “Treif”.
“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda
planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol en que hay fruto
y que da semilla; serán para comer” (Génesis1:29)
Son muchas las indicaciones que nos hacen
pensar que la tradición judía pudiera apuntar hacia el vegetarianismo.
Las citas de la Biblia desde Adám y Javá (Adán y Eva), el promedio de edad
antes y después del Diluvio, las reglamentaciones sobre las especies
comestibles, hace pensar que no se trata de simples casualidades, sino de una
serie de normas relacionadas con un sistema de nutrición, que afecta al
individuo tanto en lo físico como en lo psíquico.
De las citas del primer libro del Pentateuco se puede derivar que en el
principio de la Creación el régimen era vegetariano.
Rashi (1040-1105), en uno de sus comentarios dice que Dios en las primeras
leyes sobre dietética no le permitió a Adám y Javá comer carne, sólo les dio
instrucciones sobre los árboles y frutos que podían comer. La longevidad de las
personas desde Adám a Noé también pudieran ser atribuidas entre otras causas,
al régimen alimenticio vegetariano (Génesis 5: del 1 al 32): Adám alcanzó 930
años, Set (hijo de Adám) 912 años, Jared: 962, Matusalén 969, Noé: 950.
Posteriormente, al permitirse el consumo de carne, luego del Diluvio, las
edades se acortan.
Abraham vivió 175 años (Génesis 25:7), Isaac 180 años (Génesis 35:28), Moisés,
120 años (Deuteronomio 34:7), Josué, 110 años (Jueces 2:8).
El Maná, la comida que Dios hizo caer a los
judíos que salieron de Egipto, es descrito en la Torá como una comida
vegetariana: “Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de
bedelio, el pueblo lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros y
lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite
nuevo” (Números 11:7-8). En el libro de Isaías se habla del futuro cuando se
describen los días mesiánicos, el profeta dice que las criaturas serán
herbívoras (vegetarianas).
Son muchas las veces que se repite en la Biblia la prohibición de comer sangre:
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (Génesis 9:4). “Además,
ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de
bestias”. (Levítico 7:26).
Se mencionan las especies permitidas y las
prohibidas (Deuteronomio 14:3 al 21):
El uso de la carne se condiciona a la especie y a las características del
animal. Aún siendo de una de las especies consideradas Kasher, la persona
encargada, Shojet (autoridad rabínica con estudios especializados) debe
examinar al animal para ver si cumple con todos los requisitos para ser
considerado apto para el consumo: animal sano sin ninguna enfermedad o miembro
roto, etc. Además están las leyes de tzaar ba’alei jaim, que tratan de prevenir
la crueldad con los animales, que aparecen varias citas en la Biblia como:
Deuteronomio 11:15, 22:6-10,25:4 Levítico 22:28, aún en las leyes relativas a
guardar el Shabat se incluye el descanso para los animales (Éxodo 20:10, 23:12,
Deuteronomio 5:14): “Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y
tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero” (Éxodo
23:12).
Las leyes de Kashrut no sólo incluyen los
detalles técnicos de la preparación de la comida, sino también las bendiciones
que se recitan antes y después de comer, las cuales varían; sobre el vino en
las festividades hay un rezo (Brajá) especial, sobre el pan, frutos del árbol o
de la tierra (Ha’etz o Ha’adama), sobre dulces (Mezonot), pero cuando se
consume carne, pollo, pescado o quesos, no hay una bendición especial que
distinga este grupo de alimentos, se dice una general (Sheacol) que se usa
sobre alimentos difíciles de diferenciar, pero que no cesaría con una dieta
vegetariana porque habría que decirla sobre otros alimentos como sopas y jugos.
Si bien es cierto que parece haber
evidencia que de acuerdo al diseño original del mundo, los animales estaban
concebidos para servir al hombre, pero no para convertirse en su comida, tal
como lo expresa el vegetarianismo, también hay que considerar que el
pensamiento judaico no se puede remitir exclusivamente a la experiencia
inicial, sino que hay que tomar en cuenta la totalidad de la Torá, donde se
establece después del Diluvio el permiso para comer carne con las debidas restricciones
en cuanto a la forma de matar, al respeto por la dignidad del animal, la
prohibición de comer partes vivas y de consumir la sangre.
Sin embargo, eso no alcanza para sostener que la Torá y el Talmud comparten con
el vegetarianismo que matar a los animales es un acto inhumano y cruel. La Torá
establece el comer carne como una dispensa no como una actividad deseable sino
como algo que no está prohibido.
El judaísmo rechaza el sufrimiento del animal, pues un principio cardinal es el
respeto por todas las criaturas y en ese sentido está prohibida también la
caza, como un deporte. A diferencia de cualquier otro sistema legal o
religioso, la Torá prohíbe degollar en un mismo día un animal adulto y su cría,
pues implicaría la desaparición de dos generaciones a la vez y aún cuando los
animales no se dan cuenta de ello, el hombre está llamado a no ser cruel.
Las normas requieren que los mamíferos y
las aves sean tratados de manera especial y que la carne o sus derivados no se
consuman junto con la leche. El Kosher posee leyes específicas como, por
ejemplo, el hecho que la matanza de los animales cause el mínimo de dolor, y
que los alimentos no contengan ingredientes que se consideran intrínsecamente
impropios, tal como el cerdo y los crustáceos.
En el pasado el cumplimiento del Kashrut no
presentaba mayores dificultades. En aquellos días la mayoría de los pasos del
proceso de elaboración del alimento tenían lugar en el hogar. Sin duda la carne
había sido tratada conforme los más exquisitos requerimientos de la ley judía y
los frutos eran de árboles de más de tres años (de otro modo serían "orlá",
cuyo consumo está prohibido). Tampoco había duda alguna respecto de los
alimentos cocidos en el hogar, por cuanto se conocían todos sus componentes y cómo
se había desarrollado el proceso de su elaboración.
Hoy en día esta imagen ha cambiado. Las golosinas no se fabrican ya de forma
casera, e incluso se pueden comprar en los comercios platos precocinados, listos
para usar. “A calentar y comer”, ese es el slogan, y ahí comienzan los
problemas.
Cuando el ama de casa preparaba los alimentos en su hogar, frescos y calientes,
estos se guardaban uno o dos días antes de ser comidos. En el presente, cuando
las fábricas envían alimentos a los comercios, dado que los productos deben
conservarse durante mucho tiempo es necesario, además de los componentes
naturales del alimento, agregar también aditivos como los conservantes. Los
sistemas de su elaboración son diferentes y pueden ser no Kasher.
Un ejemplo a ello se encontró en uno de los conservantes empleados por
panaderías para mantener la frescura del pan. Este componente era fabricado
fuera de Israel, y en tanto no se realizó un análisis profundo, nadie imaginó
de qué se trataba. Una vez analizado, vino la gran sorpresa: ¡se fabricaba a
base de grasa de cerdo!
Ejemplos como éste hay muchos, por lo que
hoy en día no alcanza con que el Rabino estudie las leyes en el Shulán Aruj, el
Código Judío de Leyes, sino que a fin de
observar debidamente las leyes de Kashrut debe estar permanentemente en
comunicación con profesionales actualizados con las últimas novedades de la
industria gastronómica.
Eso no implica que cada individuo deba ser un experto en estas cuestiones, pero
sí que es de vital importancia saber que detrás de los pequeños sellos que
dicen “Bajo la supervisión del Rabino…” se oculta una inmensa labor
detectivesca, a veces complejas tareas de “espionaje”, consecuencia de las
decenas de problemas ligados a los componentes alimenticios y sus sistemas de
elaboración.
En la mayoría de estos casos la tecnología asiste al Kashrut. Un ejemplo de
ello lo fue un severo problema suscitado en una panadería. La harina con la que
se elabora el pan exige su tamizado a conciencia a fin de evitar que los más
diversos insectos que se encuentran en la harina ingresen al pan y de ahí, a
nosotros. De modo que en la panadería moderna se introdujo un equipo novedoso
que funciona bajo la supervisión de computadoras. Tal el caso de la panadería
abierta hace unos años en Kfar Hajoresh, donde todo el proceso de panificación
es manejado y controlado por ordenadores. Incluso el paso de la harina por los
tamices (que son siete, para asegurar que no quede ningún insecto o cuerpo
extraño) se desarrolla mediante un proceso controlado por ordenadores. En el
caso de que se presentara alguna falta en el proceso de tamizado, siquiera una
pequeña perforación en uno de los tamices, el ordenador hará sonar de inmediato
la alarma deteniendo el trabajo, hasta que el fallo sea corregido.
Leche y Productos Lácteos.
La Tierra de Israel es frecuentemente referida como “La Tierra de Leche y
Miel”, refiriéndose a la eterna bendición de Dios por su generosidad terrenal.
De hecho, leche, mantequilla y queso han sido asociados tradicionalmente con
los buenos tiempos y con la fortuna. Las leyes de dieta Kasher permiten el
consumo de todos los productos lácteos que vienen de un animal kasher que ha
sido ordeñado y preparado bajo la supervisión de un judío observante. Para que
permanezca Kasher, el producto lácteo no debe contener ningún aditivo no kasher
ni ingredientes no kasher, ni deben comerse ni cocinarse con carne o productos
de carne ni utensilios de carne. Por lo tanto, durante la manufactura y proceso
de cualquier producto lácteo, expertos en supervisión Kasher se requieren para
asegurar que no se haya agregado ni aditivos ni leche no kasher, y que todo el
equipo, incluyendo cubas, pasteurizadores, tanques transportadores, etc, hayan
sido debidamente lavados y kasherizados antes de cada partida de lácteos
kasher.
Cuando una pequeña cantidad de producto lácteo se le agrega a otra comida, la
comida toda se transforma en láctea.
Como dije anteriormente, está prohibido cocinar de cualquier manera, comer y
obtener beneficios de una mezcla de carne con leche y/o derivados de ellos.
Deben usarse utensilios separados, como hemos visto más arriba.
Una persona que come comidas lácteas debe esperar treinta minutos (judíos
piadosos esperan una hora) antes de comer algo de carne, y seis horas luego de
comer quesos añejos y duros.
Hay varios términos en Hebreo que es deben diferencias cuando se va a comprar
productos kasher lácteos, y se refieren a los niveles de supervisión kasher que
se provee en el momento del ordeñe.
Jalav Israel: Jalav en hebreo significa “leche”. Jalav Israel es leche que fue
supervisada por un judío desde el momento del ordeñe hasta el envasado. Jalav
Israel no es una Jumrá (una exigencia agregada), sino un requerimiento de la
ley Judía.
Jalav Akum o “Leche gentil”. Se refiere a la leche que se ordeñó sin ser
supervisada por un judío. Es considerada no kasher, y no debería consumirse.
Jalav Stam: Comúnmente desarrollada en los países, se refiere a la leche
ordeñada de un animal Kasher que no fue supervisada por un judío, pero se basa
en ciertas leyes que permiten que sea observada por el gobierno asegurando que
leche de animales no kasher no fue agregada a la leche kasher. Productos hechos
con Jalav Stam deben sin embargo tener un sello confiable kasher certificando
que el resto del proceso (pasteurización, y cualquier aditivo, ingredientes,
estabilizadores, etc) es kasher.
Pescados Kasher
Los pescados deben tener escamas y aletas
para ser considerado Kasher. Cualquier otra criatura marítima, incluyendo
pescados con escamas que no pueden ser removidas sin sacarles la piel, no son
kasher. Es interesante que el Talmud remarque que todos los pescados que tienen
escamas también tienen aletas. Por lo tanto, si uno encuentra escamas en un
pedazo de pescado, puede probablemente asumir que el pescado sea kasher.
Pescados comunes Kasher:
Carpa, platija, lenguado, Sardinas,
arenque, lucio, tilapia, atún, bacalao, pescadilla, Hecht, atún caballa,
Salmón, trucha, pescado blanco.
Pescados comunes no kasher:
Todos los mariscos incluyendo almejas,
cangrejo, langosta, ostras y camarones; aguja, tiburón, esturión, bagre,
anguila, pulpo, pez espada.
Una vez que el pescado es fileteado o
procesado, ya no es posible inspeccionarlo por las escamas y aletas. Por lo
tanto, solo puedes asumir que sea Kasher si la piel todavía está adherida y los
signos reconocibles, o si hubo una supervisión confiable durante el proceso.
Si no hay pescaderías kasher en tu ciudad, puedes comprar las conocidas
especies de pescados kasher en lugares donde venden también pescados no kasher,
pero ten en cuenta que los cuchillos y tablas que utilizan no son kasher y no
pueden ser usados para cortar y preparar tu pescado kasher porque absorbe la
grasa y residuos del pescado no kasher. La solución es muy sencilla: trae tu
propio cuchillo. En este caso, compra un pescado completo kasher con su piel
adherida (para que puedas inspeccionar sus escamas y aletas), y pide que corten
y fileteen el pescado con tu cuchillo kasher. Antes de hacerlo, pide que
limpien bien la mesada con un trapo limpio y que pongan un papel nuevo debajo
en donde vayan a preparar el pescado.
Pescado enlatado:
El pescado enlatado, como el atún, debe tener un sello de
kasher en su paquete de una agencia de certificación de kashrut confiable.
Preferiblemente, la agencia debe proveer constancia de una supervisión desde el
momento en que el pescado fue traído a la fábrica de enlatados desde el mar,
hasta que el producto haya sido enlatado y traído al distribuidor. Esta
minuciosa supervisión generalmente se indica al lado del símbolo de kasher con
las palabras “Mashgiaj temidi”, que significa: “constante supervisión”.
Sardinas enlatadas deben tener su piel adherida (para que puedas ver sus
escamas y aletas) además del símbolo de kasher.
El salmón enlatado sin piel es
aceptable sin la extra designación de un Mashgiaj temidi, porque el color de su
carne es fácilmente identificable como salmón kasher. Debe, sin embargo, tener
un símbolo de kasher en su lata para asegurar que el resto del proceso (por
ejemplo, cualquier saborizante, aditivos, preservativos agregados, incluyendo
cocinado, calentado y empaquetado) haya sido estrictamente kasher.
Todas estas precauciones son necesarias porque el pescado no kasher también es
pescado en las redes de los pescadores y dentro de los barcos junto con el
pescado kasher. Estos pescados no kasher luego van junto con el pescado kasher
a la línea de producción. Junto con estas faltas de control de la empresa y
falta de cualquier inspección del gobierno, esto resulta generalmente en una
mezcla del pescado no kasher con el producto final “kasher”
Además, los procesos de enlatados incluyen el calentamiento del pescado
enlatado en grandes cubas que también han sido utilizadas para comidas de
animales conteniendo carne no kasher o pollo. Por lo tanto, una certificación
kasher es requerida para asegurarse que estas cubas y todo equipo necesario
para el uso hayan sido propiamente lavado y kasherizado antes de su uso.
Pescado ahumado
Pescado ahumado requiere de una
certificación confiable kasher y debe tener un símbolo de Kasher en su paquete
de una agencia de certificación confiable kasher, ya que el ahumado
generalmente se hace en lotes junto con pescados no kasher.
Bendición antes y después de comer pescado:
Si se consume sin pan, la bendición que se
recita es “Shehakol”. La bendición después de la comida es “Boré nefashot”.
Las empresas que elaboran productos kosher,
poseen un control adicional en el proceso de elaboración. Por ejemplo, una
carne certificada requiere que el animal haya sido alimentado de determinada
forma, y en la faena de animales kosher se descartan los que no son los
mejores.
A fin de poder identificarlos sin lugar a
duda, los productos kosher que están en la góndola, tienen un símbolo conocido
en todo el mundo para identificar la categoría kosher.
El emblema de K® es una marca registrada
protegida bajo ley federal contra uso desautorizado en cualquier producto o
servicio. Solamente esos productos y
servicios que resuelven estos estándares se permiten para exhibir el símbolo de
K® de la estrella del protector.
En conclusión, y
dejando aparte, si es que se puede, las consideraciones religiosas, los
alimentos Kosher tienen un certificado de pureza, de que han sido tratados
desde el origen de forma meticulosa, limpia, sin sufrimiento para los animales
y sin contaminaciones ni mezclas.
Aunque hay cosas que
sigo sin entender, como lo de las escamas de los pescados, o por qué algunos
alimentos están prohibidos y otros no, por qué unos son impropios y otros no, en líneas generales no me parece que la alimentación Kosher sea tan extraña como me parecía cuando no sabía nada de ella. No es fácil de llevar a rajatabla, pero… Nada es fácil en la vida!
Rossella
Muy interesante, no tenía ni idea de todo esto!
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