...........................................................................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................................................................

martes, 11 de agosto de 2015

CARA COMO UN TOMATE... CREMA FRÍA DE TOMATE



Pues hete aquí que el otro día me dice mi pareja (que es muy rollo deportista, ex-futbolista y madrugador)... "Mañana, aprovechando que estás ya de vacaciones, por qué no te levantas temprano conmigo y nos vamos a dar un paseo por la playa, a andar un poco?". Y yo, que me conozco el percal y sé perfectamente cómo son sus "paseos por la playa", pues me hice la dormida profunda. Que estoy de vacaciones, jolín!!
Pero al día siguiente me lo volvió a decir y caí en la trampa mortal!

Ocho de la mañana, viernes. Sol. Bueno, solecito mañanero, pero calor tempranero también.
Quito el polvo a mis zapatillas de andar y con buen ánimo me dispongo a seguirle el ritmo. Pasoooo ligero! Ar!
Calor.... mucho calor.
Ocho y media de la mañana. Llegamos al final de la playa de la Albufereta. Parece que aguanto... incluso puedo hablar y comentar sobre la serie de especímenes raros que habitan la playa a esas horas de la mañana: un señor panzón sentado cual Buda en la arena, prismáticos en ristre oteando el horizonte (yo miré en la misma dirección que el señor de los prismáticos, pero no vi nada, nada de nada, cero... lo mismo por eso llevaba los prismáticos, para ver... y bueno, que yo tenía las pestañas llenas de gotas de sudor, lo mismo también era por eso que no veía nada...), un cuarentón en tanga corriendo como si le persiguiera el mismísimo Tiburón (en serio, en tanga. No consigo borrar la imagen de mi mente) y orgulloso, mucho, de su cuerpo serrano, algún que otro cañero aburrido (nunca he visto sacar un pez a ningún cañero, se deben de aburrir como almejas con sarampión), y una señora muy mayor caminando mucho más fresca que yo. En realidad la señora iba como una rosa y me miró y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa... Pero, cómo cuento esto?? A ver... que la señora no me había sonreído dulcemente, no. La señora se había reído "en toá mi cara"!!. Me di cuenta cuando "mi Sargento Foley" me miró y muy serio me dijo: "Desprendes luz... Tu cara es como un tomate." Seguidamente dejó de estar serio y pasó a deshuevarse haciéndose así cómplice de la dulce abuelita de la sonrisa.
A partir de ahí, todo el mundo me miraba y me sonreía... o eso me parecía a mi.

La verdad es que yo notaba mi cara ardiendo. Era como un radiador en pleno enero. Un ascua... Pena no haber tenido una sardina que arrimar, porque habría salido un espeto perfecto.

Ya ves qué necesidad tenía yo de eso... Llegar a casa con la cara como un tomate y no precisamente raf, tomate en rama, de los rojos rojos brillantes....

De ahora en adelante me haré la dormida profunda hasta por lo menos octubre, que digo yo que ya refrescará.

Supongo que por eso se me ocurrió hacer para comer esta SOPA FRIA DE TOMATE, aunque el color dista mucho de ser el que lucía mi cara por la mañana... Había que enfriar el tomate como fuera!!

Os paso la receta por si os apetece refrescaros...

INGREDIENTES (para 4 personas):

Dos Cebollas

Dos dientes de Ajo

Un kilo de Tomates en rama

Dos cucharadas soperas de Albahaca fresca picada

4 o 5 ramitas de Tomillo fresco

1 hoja de Laurel

Una cucharada de Orégano seco

250 cl de Caldo ligero de pollo (o 250 cl de agua y una pastilla de caldo)

Aceite de Oliva Virgen Extra "OH!Lío" Arbequina

Sal y Pimienta negra recién molida

Dos cucharadas soperas de Queso crema tipo Philadelphia

Picamos las cebollas y los ajos y los rehogamos en una cazuela con un chorro de Aceite de Oliva Virgen Extra. Cuando empiecen a tomar un poco de color, añadimos el laurel, la albahaca, el tomillo y el orégano, y dejamos dos minutos más rehogando.
Mientras lavamos y troceamos en cubos los tomates (no es necesario pelarlos, porque luego lo pasaremos todo por el chino).
Añadimos los tomates troceados a la cebolla y las hierbas. Damos unas vueltas para que se rehogue un poco el tomate durante unos tres o cuatro minutos.
Añadimos el caldo de pollo (o el agua y la pastilla), sal y pimienta.
Dejamos que hierva y bajamos el fuego para que cueza durante 10 minutos con la cacerola tapada.
Pasamos todo por el chino y añadimos dos cucharadas de queso crema. Removemos bien para que se funda el queso. (Si veis que quedan trocitos de queso, le pasáis la minipimer a potencia mínima y listo).

Pasáis la sopa a un recipiente y dejáis enfriar antes de meterla en la nevera  para tomarla bien fresquita.

Al servirla se puede rociar con unas gotas de AOVE y albahaca picada por encima.

Espero que os guste...


Rossella

3 comentarios:

  1. Que sabrosa receta, sería delicioso prepararlo el fin de semana. Aunque no soy muy buena cocinando, me gusta mucho los tomates. Gracias por la receta.

    Vanny García

    ResponderEliminar